El pinareño Lázaro Emilio Blanco fue expulsado del partido entre Pinar del Río y Guantánamo por el simple hecho de celebrar una anotación de su equipo.
La celebración, normal en este tipo de circunstancias, no fue del gusto del árbitro principal y sin medias tintas lo sacó del juego.
Todo sucedió cuando Lázaro Emilio Blanco se deslizó de cabeza en el home play y anotó la carrera del empate de los Vegueros ante los Indios de Guantánamo.
El comentarista deportivo Ernesto Amaya Esquivel narró lo sucedido en su perfil de Facebook:
Sobre la INJUSTA expulsión de Lázaro Emilio Blanco
Lázaro Emilio Blanco ha jugado 16 Series Nacionales y nunca lo habían expulsado de un juego. Sobra decir la vergüenza deportiva que tiene «El Topo», como cariñosamente le llamamos.
En el final del sexto inning Yoanis Moreno pegó hit y Lázaro Emilio Blanco se deslizó de cabeza en home para decretar la cuarta carrera (la del empate) de los Vegueros. Al levantarse, Lázaro Emilio abrió sus brazos y exclamó (para el cielo) dos palabras típicas de los cubanos cuando nos emocionamos. En ningún momento fueron: ni mirando al árbitro, ni retando al equipo de Guantánamo, solo fruto de la emoción por igualar las acciones.
Acto seguido, el árbitro Alexander Sardiñas (GRANMA), expulsó INJUSTAMENTE a Lázaro Emilio Blanco. Vamos, que esto es béisbol, y los batazos, carreras, ponches, victorias, jonrones, etc, se celebran. Lo importante es no faltarle el respeto al rival y eso jamás ocurrió.
Este año el arbitraje no ha sido bueno y ha generado muchísima polémica en todo el país. Hemos visto decretar outs en tercera que son evidentemente SAFE, la famosa jugada del triple play en Matanzas con un QUIETO de calle en primera, y hasta árbitros trabajando con una identidad falsa.
OJO 👀: no son todos pq los hay muy buenos e imparciales, ACLARO.
La publicación ha recibido muchísimos comentarios, entre ellos, algunos especulan que la expulsión era para favorecer a Granma que jugará con Pinar entre semana.
Otros afirman que el arbitraje cubano no tiene remedio y que la mayoría son mediocres, incluso, los que los dirigen no están capacitados para ellos.
En fin, que el árbitro debe impartir justicia, pero no debe ser protagonista en un juego que es patrimonio cubano. Es normal que se juegue con emoción, deseos y con algo de agresividad.