El capitalino Lisbán Correa, luego de un inicio incierto en México, ha tomado un segundo aire y va convenciendo a los que lo dejaron a un lado.
Resulta que Correa, MVP de 60 Serie Nacional cubana, llegó a la liga mexicana para defender los colores de los Diablos Rojos.
Tras dos partidos, ocho turnos al bate y un solo hit, la gerencia de México decidió dejarlo en libertad y prescindir de sus servicios.
Luego de ese primer fracaso llegó la ventana abierta a los Guerreros de Oaxaca, equipo colero de la Zona Sur con 11 ganados y 25 perdidos, pero ahí no tuvo la mejor de las suertes.
En 16 juegos y 52 turnos al bate, Correa compiló para 231 de average, pegó 12 indiscutibles, dos dobles, un jonrón y remolcó a cuatro compañeros.
Esos guarismos sirvieron para que Lisbán recogiera las maletas y emprendiera el viaje sin un destino definido.
Dicen que a la tercera va la vencida y al parecer se está cumpliendo el augurio.
Olmecas de Tabasco, quizás la última puerta de Correa en la Liga Mexicana, va siendo exitosa hasta el momento.
El muchacho de la capital promedia 500 a la ofensiva (10-5), ha conectado tres biangulares y ha remolcado a dos compañeros.
Anoche frente a los Bravos de León se fue de 5-3/ 2B/ CA.
Olmecas, equipo de Correa, marcha en el quinto lugar de la Liga Sur con balance negativo de 18-20.
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