En una conversación exclusiva con el periodista Duanys Hernández de Cubavisión Internacional, Armando Ferrer, el director del equipo de Matanzas, compartió sus pensamientos y experiencias sobre su destacada carrera en el béisbol cubano.
Ferrer, quien ha llevado a los yumurinos a la victoria en una Serie Nacional, una Liga Élite y la Serie de las Estrellas, destacó la complejidad de dirigir un equipo de 40 hombres, cada uno con su propio temperamento y estilo de juego único. «Lidiar con 40 hombres aunque sean de un mismo nivel es difícil. Son caracteres diferentes«, admitió.
El director enfatizó la importancia de la colaboración en la toma de decisiones, asegurando que siempre consulta con su equipo de dirección al elaborar la alineación. «Quiero dejar bien claro que cualquier decisión que yo haya tomado, siempre he hecho mis line-up en conjunto con la dirección«, afirmó Ferrer.
Al hablar sobre su etapa al frente del Cuba en el Preolímpico de las Américas, Ferrer compartió sus reflexiones sobre dirigir al equipo Cuba y la lucha por la excelencia.
«Dirigir un equipo Cuba es un dolor de cabeza. En el Preolímpico se le cambió la cara al béisbol. Nosotros perdimos dos veces cinco a cuatro los partidos. La ofensiva fluyó muy bien y todo estuvo muy bien , pero nada, faltó ese poquito para clasificar».
A pesar de las dificultades, elogió el desempeño de su equipo y destacó la calidad de la dirección de Armando Jhonson en el Clásico Mundial.
«Me alegra mucho que en este Clásico haya dirigido Armando Jhonson, un hombre con unas condiciones inmensas, un ser humano increíble. Es una gente sin celos profesionales, escucha»
Cuando se le preguntó sobre su futuro con Matanzas en la Serie Nacional, Ferrer fue claro en su compromiso. «Voy a estar dirigiendo hasta que entiendan las autoridades que estoy apto para ello. Es lo que me gusta y es lo que estudié«, afirmó con determinación.
La entrevista reveló no solo la pasión de Ferrer por el béisbol, sino también su enfoque colaborativo y su compromiso con la excelencia en el terreno de juego.
Con un liderazgo sólido y una visión clara, Armando Ferrer continúa dejando una marca indeleble en el béisbol matancero.
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