Carlos Corbillón es un pinareño más que desde la distancia añora y extraña todo lo referente a la Isla. Residente en los Estados Unidos desde el año 2008 no le pierde ni pie ni pisada a los Vegueros en la Serie Nacional.
Según él, la afición por el equipo de béisbol de Pinar del Río comenzó desde que salió de Maternidad y afirma seguirá siendo verde hasta sus últimos días.
Quizás existan muchos aficionados como Carlos, pero él tiene algo especial y es que se tatuó el logo que identifica al equipo en el brazo izquierdo, algo de lo que pocos pueden presumir.
“Me motivó el gran amor que siento por mi provincia y sobre todo por el equipo de Pinar del Río. También quería tener algo que quizás pocos tienen, por lo menos que yo haya visto”.
Sin embargo, algunos lo han criticado por su tatuaje, pero él se siente orgulloso y no le presta atención a los comentarios negativos.
“Algunos no lo han aceptado, pero bueno, a veces veo que en Cuba llevan tatuado el logo del Real Madrid, Barcelona y para empezar ni son españoles ni han visitado España.
“No los critico, pero el hecho de que tu equipo sea más famoso que el mío no significa que el fanatismo sea mayor. Tengo derecho a tatuarme lo que siento porque me sobran las razones”, dice con seguridad.
Un momento duro para él fue abandonar su provincia natal y emigrar a otro país; no obstante, desde allá no se pierde nada del acontecer deportivo de su tierra y de su equipo.
“Hoy en día ya todo es más fácil porque existen muchas plataformas que te informan sobre la pelota en Cuba, pero hace 13 años no había nada. En aquel entonces me compré una antena (todavía la tengo) y por ahí veía la pelota.
“Ahora gracias a Radio Guamá podemos disfrutar de las narraciones y en especial del programa Sábado Deportivo, donde soy ya popular porque siempre participo, espero un día poder decir algunas palabras desde la cabina”.
Todo buen seguidor de la pelota tiene sus ídolos en el terreno y en su caso lo es Alexei Ramírez, aunque su admiración es por todos.
“Como casi todo pinareño tenemos varios ídolos, para mí los mejores son Linares y Casanova, no los vi jugar, pero son dioses en el béisbol.
“Pero al que disfruté tanto en Cuba como aquí en Estados Unidos fue a Alexei Ramírez, por ahí tengo su camiseta de los White Sox con el número 10”, comenta orgulloso.
Carlos es de los que llega a Pinar del Río y si hay béisbol juvenil, sub 23, provincial o cualquier evento parte para el estadio sin apenas ver a su familia y si no hay competencias reúne a los amigos del barrio y ahí mismo forma el juego.
Carlos (pulover azul) y algunos amigos
Antes de cerrar la entrevista insiste en mandar un mensaje a la nueva generación de seguidores de Pinar del Río.
“A los más nuevos les digo que sepan valorar el legado que han dejado sus antecesores y mantengan ese tradición tan linda. Que donde quiera que lleguemos se diga “este es pinareño” (tierra de campeones ) que siempre van a existir miles como yo, dispuestos a apoyar en todo y en cualquier rincón del mundo. ¡Pinar del Río es lo más grande!”.