Continúan saliendo reacciones referentes a la decisión de que la Federación Cubana de Béisbol convocó a varios cubanos que militan en las Grandes Ligas para que jueguen el Clásico Mundial por la Isla.
Ahora habló Yasel Porto y aquí reproducimos sus palabras.
«Hoy las redes y plataformas digitales han estado bien calientes con el tema de la oficialización de los peloteros emigrados Andy Ibáñez, Yoan López y Elián Leyva como parte de la preselección al Clásico Mundial 2023.
«Algo histórico teniendo en cuenta que jamás la FCB había dado el paso con peloteros activos en Grandes Ligas.
«De todo se ha podido leer y escuchar. Incluso las críticas más ofensivas y hasta amenazas.
«Yo voy a hablar una vez más en nombre de mi guión, de mi opinión, de mi filosofía de vida. Y no salgo acá para responderle a nadie, ni para imponer mi verdad. Simplemente lo hago porque por mi trabajo me toca expresarme sobre algo tan controversial. Y porque es mi derecho también.
«Hoy en la mañana estuve hablando por teléfono por largo rato con un pelotero que pudiera ser parte de los que se adicionen a este grupo. Y a él le decía lo mismo que comparto aquí, y que de cierta manera había compartido antes con Andy Ibáñez.
«Lo primero es lo que tiene que ver con las realidades confirmadas o los cuentos desmentidos. Como que ha quedado demostrado que siempre fue una justificación que la FCB no convocaba peloteros vinculados con la MLB por la falta de un acuerdo o porque las leyes de USA lo impedían.
«Y como también que esto es una muestra que la FCB está dando ese paso con orientaciones superiores porque finalmente se convencieron que solo con los peloteros asociados a esa entidad además de ser imposible tener un buen resultado en el Clásico, se corre hasta el riesgo de perder la clasificación para el próximo.
«Y aquí viene la parte relacionada con el sí dado por estos peloteros. Que no serán los únicos de aquí a marzo a la hora de ser sumados a una preselección de la que de momento no se conoce el resto de sus integrantes.
«Yo estoy en contra por completo a que sean convocados unos mientras otros siguen «castigados» por las autoridades cubanas. Sobre todo por anteponer los caprichos y prejuicios políticos al bienestar y deseo de la mayoría de la gente.
«Siempre voté y votaré por un equipo cuyo principal requisito sea su estado de forma deportivo porque es lo que más nos conviene y no solo dentro del terreno en tiempos donde el odio mutuo sigue creciendo y no se sabe hasta dónde llegará.
«No puede ser que una posición política (en contra de un sistema, no de un país) te cierre las puertas de tu selección nacional cuando todo el mundo funciona diferente. Ejemplos hay de sobra, como Piqué cuando jugó el Mundial de Rusia 2018 con España pese a su claro apoyo a la independencia catalana. O la misma Venezuela del WBC 2023 donde un gran porciento de sus integrantes son opuestos a Maduro y compañía.
«Tampoco es concebible que el paso de haber abandonado un equipo sea una condena perpetua contra muchos jugadores y las razones son múltiples pero solo citaré dos.
1-Porque antes daba igual irse hasta legal porque de todos modos te metían en el mismo saco de todas las prohibiciones hasta las de mencionarse en los medios oficiales (Alexei Ramírez por ejemplo).
2-Es totalmente injusto que se le pase la multa por ese paso, sin importar el tiempo transcurrido, mientras la FCB, el sistema y los defensores de su postura y errores, sí te critican cuando hablas de los errores cometidos por ellos en el pasado.
«Errores reales, algunos con importantes consecuencias que no podemos perdonar sobre todo porque todavía esperamos por ese ápice de humildad para pedir disculpas. Te dicen, eso ya pasó, qué sentido tiene sacarlo de nuevo. Pero con los que se quedaron, es otra la historia, o más bien la realidad.
«La manera que ha llevado esta convocatoria la FCB y sus decisores ha sido cuestionable en la mayoría de los puntos. Secretismo, autoritarismo, discriminación y hasta mentiras. Eso es real y es bien fácil de demostrar.
«Pero ahora voy con lo que me motivó a escribir estas largas líneas por las cuales no gano un centavo. Posiblemente echarme encima más enemigos, pero mientras sea fiel a mi verdad no me interesa. Tampoco el tiempo invertido para ello, que no ha sido poco, con el objetivo de decir todo lo que quiero.
«Me refiero a lo que tiene que ver con la decisión de Ibáñez, Yoan y Leyva, aquí va lo que considero al respecto.
«Yo he estado en varias situaciones donde he visto como «amigos» o compañeros han salido por la puerta cuando a mí no me han dejado atravesarla.
«Y también he estado en la posición contraria, y he preferido quedarme dentro del cuarto con aquellos que injustamente no le han permitido salir igual que yo por el mismo lugar. Tengo ejemplos de sobra para el que dude.
«Por tanto, si yo veo que a otros no los consideran para el equipo por razones que todos sabemos bien que son extradeportivas, y que para muchos son injustas. Yo pondría como única condición que todos tengan los mismos derechos, porque al final, indirectamente, ese paso se torna un tanto egoísta a mi modo de ver. Es algo así como que mi problema soy yo y lo demás no importa. Ni siquiera por tratarse en varios casos de amigos con los que comparten momentos especiales más allá del terreno.
«Pero en primera, yo no soy pelotero, ni estoy en el lugar de ninguno de ellos. Ni de los que han dicho que no, algunos de ellos con razones entendibles pese a que haya quienes los tilden de anticubanos.
«Y en segunda, que posiblemente sea el elemento principal, hay una palabra que se llama respeto, y yo cada día trato de aplicarlo con mayor fidelidad. Aún cuando insisto, ellos mismos debieron presionar más para que se cumpla lo que tanto pedimos y es que se respeto el derecho de todo el que quiera jugar con su país. Y eso ni ha pasado ni pasará gracias a la política.
«Yo no puedo ni voy a hacer lo mismo que le he criticado a esa FCB y a sus decisores. No voy a ser parte de campañas, ni de ataques, ni de presiones, porque los que forman parte de cada grupo, los del sí y los del no, están en su libre derecho.
«Como mismo cuando un día decidieron salir de Cuba para buscar la forma de mejorar su vida y la de su familia. Y siempre combatí ese absurdo de llamarles traidores o borrarlos de una historia a la que varios de ellos contribuyeron enormemente.
«Mientras hay peloteros que dicen que NO porque jugar con Cuba en el Clásico Mundial alegan que es hacerlo para una Federación y un régimen dañinos, los que piensan diferente siendo emigrados señalan que se trata más que todo de hacerlo para un afición ajena a los problemas y culpas de un sistema.
«Y mientras la frase que me dijo Andy de que «va a jugar por el orgullo de vestir de nuevo la camisa de su país» es algo que muchos lo valoran como un gran signo de cubanía y de apoyo a su gente, otros creen lo contrario en función de la situación que se vive hoy en la Isla.
«Un fenómeno parecido a cuando sale un cubano emigrado con su bandera y es fruto de los mejores elogios y los ataques más despiadados.
«A mí me duele muchísimo el nivel de irrespeto al que hemos llegado los cubanos. Queremos imponerle el criterio a los demás, y pretender que piensen como uno mismo. Y cuando no es así, no importa traspasar los límites con tal de imponer una idea. Casi siempre por política o regionalismo.
«Como dije al principio. Yo no sigo el guión de nadie, porque para eso tengo este espacio totalmente propio para yo mismo decidir qué tema poner y qué enfoque darle a casa cosa.
«No puedo caer en lo mismo que le he criticado a los que desde Cuba o desde donde sea han querido obligar a un solo pensamiento. Sin importar los resultados o consecuencias de todo tipo. Sería una hipocresía total hacer lo mismo ahora o mañana.
«No me interesa el que ha atacado o defendido. Ni siquiera lo que escriban en mi contra después de esto. Porque cuando uno dice lo que piensa y lo que siente, lo demás es secundario. Lo malo es cuando no tienes la libertad de ser tú mismo.
«Habrá quien quiere lo peor para ese equipo Cuba porque está regido por la cuestionada FCB y compañía (me incluyo entre los que la cuestionado y desde hace años).
«Pero Cuba y su equipo nacional es más, muchísimo más, que los absurdos de un personaje como Juan Reinaldo Pérez, junto con todos los funcionarios del béisbol, del deporte y de todo el país.
«Y estarán los que como yo no hay manera que haya otro deseo que celebrar la victoria o sufrir la derrota del equipo que representa al país del que me siento orgullosísimo de haber nacido.
«Pasa algo similar cuando veo a uno de mis compatriotas triunfando en cualquier parte, como ahora sucedió en la Serie Nacional. Y hasta el ver cómo la gente sigue con esa pasión por la pelota en algo tan limitado en nivel como ahora en las Series Provinciales.
«Los que están en el medio de la soga no tienen la culpa de los que tiran de las puntas. Por muy mal que tiren y por mucho que yo quisiera, de veras me resulta imposible ser diferente. Y por eso no soy más cubano que los que quieren lo contrario. Cada cual con su punto de vista.
«Pero todo lo resumimos al blanco o al negro. O eres comunista o gusano y es fuego de un lado o del otro sin compasión. Odio y más odio porque no eres o piensas igual que yo. Por eso mismo cada día estamos peor, y no solo lo que pasa dentro de Cuba sino los cubanos en general.
«Y por eso también cada día me alejo más de lo que no sea pura información porque la toxicidad de los extremistas de las dos partes cada día hace más daño. Y por el bien de mi familia, la que vive en Cuba y la de aquí, es algo a lo que uno tiene que ganarle a toda costa.
«Personalmente no creo en ideologías ni partidos políticos. Allá el que siga sacando conclusiones absurdas sobre eso, por pensar solo en esos dos colores o extremos. No tengo nada que demostrarle a nadie sobre eso, ni sobre cómo siento y defiendo lo que tiene que ver con el béisbol de mi patria.
«Creo en Dios pese a mis errores y defectos, en que podemos ser mejores cubanos y en las buenas acciones de las personas. Las que se demuestran con hechos, que es la mejor manera de decir como dijo una vez el Apóstol. El mejor ejemplo que he visto de un cubano de cómo aplicar el respeto aún cuando se tenga una idea diametralmente opuesta.
«Por ese mismo respeto que profeso a los demás a la hora de sus decisiones o posiciones de todo tipo, es que la vida me ha permitido la amistad sincera de gente que por encima de sus preferencias policias, sexuales, religiosas y de todas las que existan, las creo personas buenas y honestas. Porque tengo amigos muy diversos en ese sentido.
«La falta de respeto a la libertad ajena no solo contribuye a dañar al prójimo, sino, sobre todas las cosas, nos daña a nosotros mismos sin darnos cuenta.
«Por cierto, como digo siempre, el que quiera debatir o compartir lo que sea conmigo, yo dejo siempre mi teléfono a disposición de cualquier persona. Pero por acá en público no lo haré, por tiempo y por ética. Así que los que quieran agredir les recomiendo que no escriban tanto acá abajo.
«Gracias por la lectura y los que respeten mis palabras (que no quiere decir compartirlas)».