Danny Miranda ha sido uno de los excelentes peloteros que ha dado Ciego de Ávila. El campeón olímpico en Atenas 2004- desde las categorías inferiores – acaparó la atención de todos por sus excelentes cualidades como atleta.
En sus inicios tuvo que cambiar de posición y reinventarse en otro lado del terreno, ya que desde pequeño se desenvolvió como receptor.
Sobre el cambio de catcher a inicialista, el destacado ex pelotero le comentó a Mario Martín Martín del periódico Invasor.
“Fue el peor error que cometí en mi carrera deportiva. Recuerda que los jugadores de las esquinas son casi siempre bateadores de fuerza; yo la tenía, pero no la misma de hombres que disparaban jonrones con mucha más frecuencia.
“Como es lógico, en primera mi velocidad y mi brazo no se explotaban. Creo que pude desempeñarme en cualquier posición del cuadro, aunque como jardinero central me hubiera sentido mejor.
“En una oportunidad el desaparecido entrenador Ulises Jardines me situó allí y no lo hice mal, pero por ese tiempo fui llamado a un compromiso internacional y cuando regresé era otro el jardinero central. Me mandaron para primera para redondear el equipo. Pero no culpo a nadie, me culpo a mí por haber aceptado”.
Sin embargo, Miranda decidió apartarse del béisbol en activo estando en plenas facultades y con un rendimiento notable, pero fue una situación en particular lo que lo obligó a plantearse el adiós definitivo.
“Decidí irme dos o tres años antes de hacerlo, cuando promedié por encima de 300 y conseguí 18 jonrones y no fui llamado a ninguno de los ocho conjuntos que estaban en la serie. Me dije: “¿Tantos equipos y no estoy en ninguno? Al parecer estoy acabado”. Y comencé a darme cuerda y ya no era lo mismo en los entrenamientos, hasta que en 2008 dije hasta aquí.
Danny Miranda jugó 12 campañas, promedió 290 de average (3483-1009), pegó 144 dobles, 36 triples, 88 jonrones e impulsó 542 carreras.
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