Antonio Pacheco, una leyenda en la historia de la pelota cubana, se vio envuelto en una polémica que marcó un triste capítulo en su carrera.
En el libro «Confesiones de Grandes» de Aurelio Prieto Alemán, el «capitán de capitanes» revela el amargo episodio de su posible exclusión del equipo Cuba para el Mundial de China-Taipei en 2001.
Aurelio le planteó la pregunta crucial sobre las dudas en la comisión nacional respecto a su integración, a lo que Pacheco respondió con honestidad y dolor.
«Ese fue el momento más triste de todos, porque yo como atleta sabía que podía ayudar al equipo. Los compañeros de la comisión nacional, que nunca habían ido a un entrenamiento para verme, cuestionaron mi integración y me faltaron el respeto».
El «capitán de capitanes» defendió la importancia del respeto hacia los atletas que han dado prestigio al país.
Consideró la situación como un acto de traición y lamentó la falta de diálogo antes de decidir su posible exclusión.
» Cualquier atleta que le haya dado prestigio a este país, debe ser respetado, y por lo tanto, lo consideré un acto de traición. Ni siquiera conversaron conmigo la posibilidad de excluirme».
Fue objeto de acusaciones infundadas, como la de un problema en la columna, y destacó la falta de explicaciones sobre por qué querían dejarlo fuera del Mundial.
A pesar de las adversidades, Pacheco y otros jugadores en situaciones similares, como Luis Ulacia y Orestes Kindelán, enfrentaron la situación con determinación y lograron destacar en el Todos Estrellas del torneo.
Las estadísticas hablan por sí mismas, con más de 2,300 hits y 284 jonrones en 22 Series Nacionales, y un notable desempeño en torneos internacionales.
Antonio Pacheco actualmente vive en los Estados Unidos y se encuentra vinculado con la organización de los Yankees de New York como entrenador.
En Cuba se le recuerda como uno de los mejores peloteros que ha pasado por el béisbol nacional.
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