Aunque la página oficial de la MLB (Major League Baseball) se empeñe en poner a Randy Arozarena y a Vladimir Gutiérrez como habaneros, ambos son pinareños y del municipio de Mantua.
Sus trayectorias tienen muchos puntos de encuentro.
Fueron juntos al equipo Cuba juvenil, llegaron el mismo año (2013) a la Serie Nacional (53) y ganaron.
Ahora son dos novatos que brillan con luz propia en el mejor béisbol del mundo y su patria chica, Mantua, vive orgullosa de ellos.
A Randy lo siguió toda Cuba, en especial Pinar, durante los playoffs en los que Tampa se coronó en la serie de campeonato ante Astros.
Ahí, el pinareño fue seleccionado MVP. Sus 321 puntos de average (28-9), cuatro jonrones, seis anotadas y seis remolcadas le sirvieron para sobresalir como el mejor.
En la final, que ganó Dodgers, Randy fue la noticia. Los pinareños vieron a Arozarena como el héroe más allá de que no alzó el trofeo.
Gutiérrez, corto de palabras, pero preciso en el box, fue uno de los imprescindibles en la Serie 53.
Su ecuanimidad en situaciones de presión y aquellos relevos ante Matanzas en la discusión del título, todavía permanecen en la memoria de los aficionados.
Ese año, por todo lo que hizo desde el montículo, fue seleccionado el novato de Cuba.
Quizás un poco demorado, Vladimir abrió las puertas de la Gran Carpa como los grandes.
Tres victorias seguidas y dos salidas de calidad en cuatro aperturas hacen presagiar que el derecho tendrá un futuro prominente en la MLB.
Otros mantuanos que vienen en pleno ascenso son el jardinero Andy Pagés (Dodgers) y el lanzador Lázaro Estrada (Blue Jays), y en unos años se hablará mucho de ellos.
Mantua, con casi 30 mil habitantes, es protagonista por el momento en las Grandes Ligas. Sus habitantes y los seguidores del béisbol viven al pendiente de sus ídolos en la pelota.
Estén donde estén, el apoyo desde la tierra más occidental de Cuba los seguirá en cada victoria o derrota.