A sus 37 años, Yulieski Gurriel todavía demuestra que le queda mucha pelota por jugar y tal parece que el tiempo no pasa para él.
En Cuba llegó a ser el pelotero del momento y formó junto a Michel Enríquez una de las rivalidades más enconadas en la historia del béisbol cubano.
Muchos lo critican y otros lo idolatran, pero si siempre lo comparan con el mejor (Omar Linares) por algo es.
Que Yulieski esté en la mente de los aficionado al lado del niño Linares es sinónimo de que lo hizo muy bien, no existen dudas.
Gurriel, siempre entre críticas y ofensas, se ha impuesto a cuanto país ha llegado.
Conquistó Japón en con el DeNA Bay Stars.
En 2014 dejó una línea ofensiva de 305 AVE (239-73)/ 22 2B/ 11 HR y 30 CI.
La tierra del sol naciente se rindió a sus pies.
En Cuba no hay que mencionar todo lo que hizo, aunque algunos prefieren quedarse con el recuerdo de Beijing 2008. Un turno, pegándole al bola, lo falla cualquiera.
Con Sancti Spíritus e Industriales bateó y jugó a su antojo. No hubo un estadio o equipo en que recibiera un batazo de Gurriel.
Siempre se le cuestionó si era o no un jugador de MLB y el destino, quizás un poco demorado, lo llevó a ese lugar a triunfar como los grandes y a coronar donde miles y miles no han podido.
Llegar, rendir y ganar en la mejor pelota del mundo no es tarea fácil.
Ahí, donde el Yuli es uno más, volvió a marcar la diferencia.
Al lado de Altuve, Bregman, Springer y Correa, la Serie Mundial de 2017 lo encumbró como uno de los grandes.
Los Astros de Houston quizás sean su última gran aventura, de seguro tendrá otras, pero la edad y el tiempo en algún momento empezarán a hacer de las suyas.
Solo queda seguir disfrutando de la excelente carrera de Yulieski Gurriel y desearle muchas felicidades por este nuevo cumpleaños.
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