La jornada del domingo 4 de agosto prometía emociones para Cuba en el deporte de los puños. Los dos boxeadores que quedaban en competencia, Erislandy Álvarez en 63,5kg y Arlen López en 80, saltarían al encerado parisino en busca de sus respectivos boletos a la discusión del título. El primero en salir sería Erislandy Álvarez, púgil que había mostrado una excelente forma en sus tres combates precedentes.
Su rival sería el georgiano Lasha Guruli. El mismo venía de derrotar en cuartos de final al kazajo Bazarbay Mukhammedsabyr en un disputadísimo combate 3-2. Ambos tenían la medalla de bronce en sus manos, pero querían mejorar el color. Para ello se midieron en una enconada batalla.
Con tal objetivo el cienfueguero salió fogoso al igual que en las presentaciones anteriores. Una vez más llevó la iniciativa y comenzó a tirar desde los primeros compases. La anatomía del georgiano fue vulnerada en el primer asalto con swines de derecha. Los movimientos de tronco de Erislandy Álvarez lo protegieron de los ataques de su rival. Fue una nueva habilidad mostrada por el cubano teniendo en cuenta las características del púgil que enfrentó.
En el segundo round los golpes disminuyeron. No obstante, el mayor provecho lo sacó Erislandy Álvarez sobre el rostro cortado de Guruli a consecuencia de su pelea precedente. Al término del mismo los cinco jueces tenían la pelea 20-18 a favor del cubano. Aun así, con la victoria cada vez más cerca, su boxeo siguió fogoso hasta el final. El georgiano disminuido por las cortaduras en su rostro y la superioridad de Erislandy Álvarez poco pudo hacer.
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Fue su cuarta victoria por decisión unánime. Había demostrado ser un boxeador muy completo sobre el ring. En la final tendría de rival al local Sofiane Oumiha, lo que se antojaba como un duelo muy difícil.